Por Luis Chito Naut
Los historiadores dominicanos, es probable que por odio que hasta se comprende, esconden el significativo aporte que hizo el presidente FABRE GEFFRARD, a la República Dominicana en la guerra de la Restauración. El colmo es que para sepultar esa hazaña fue lo que originó el cambio de nombre que se le hizo a la avenida FABRE GEFFRARD por ABRAHAM LINCOLN, de la ciudad de Santo Domingo, que había sido originalmente designada, increíblemente, por el dictador RAFAEL LEONIDAS TRUJILLO, quien a pesar de su antihaitianismo incuestionable, el cual demostró en su férrea dictadura que afectó con daños a Haití, no ocultó su agradecimiento al mandatario haitiano.
Por otra parte, resulta extraño que el Grito de Capotillo del 16 de agosto de 1863, se diera precisamente en la frontera con Haití. ¿Por qué se dio ahí y no en otro lugar de mayor importancia del Cibao?. Entonces, es cierto que se recibió ayuda militar del otro lado durante la guerra? .Parece que si. Los historiadores de otras latitudes lo afirman en sus textos. Creo, que agradecerlo nunca se verá como traición a nuestra República.
Los que valoran por regionalismo a la guerra de la Restauración por encima de las guerras por la independencia nacional, igual también ocultan ese acontecimiento. Sin quitarles méritos a los héroes de La Restauración, lo cual es imposible ya que nadie podrá lograrlo, y más cuando viene de un ciudadano que se cree ser un dominicano auténtico. Algo más, si fuera así, este además sería un comentario ingrato e imperdonable. Pero es necesario resaltar por justicia, sin caer en comparaciones mezquinas, que nadie ni nada, donde está incluido el Poder económico y Político; tiene más méritos por retener la Soberanía Nacional que los humildes y valientes pueblos que conforman la región Sur de país. Y como si esto fuera poco, en aquella Azua que incluía como parte de ella, a la hoy ciudad haitiana Hincha, fue donde NACIÓ LA PATRIA.