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Somos la Patria de Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella.
Por Daniel Efrain Raimundo
Aprendimos de ellos que la Patria es algo más que opresión, algo más que pedazos de terreno sin libertad y sin vida, algo mas que derecho de posición a la fuerza. Aprendimos de ellos que la Patria es comunidad de intereses, unidad de tradiciones, unidad de fines, fusión dulcísima y consoladora de amores y esperanzas. También nos enseñaron que sólo son amigos de la Patria los que saben deponer ante ella sus iras y sus tentaciones: sólo sirve a la Patria el que la obedece.
Hoy día el nombre de la patria es esa que se roba, y se usa en ocasiones para acusar a los que más la aman. Hay los que se levantan contra ella y muchos conocen las garras de esos tentáculos que se cubren falsamente de su gloria. Ir contra el espíritu de la Patria la expondrá a vencer más o a ser vencida. ¿Qué persona, que pasión, que ambición, que fama personal, pueden en un hombre honrado mas que el febril deseo, encendido perennemente como el sol, de servir bien a la patria?
El problema que confrontan los malos hijos de esta tierra es que se les ha ocurrido pensar en ellos mismos como si fueran los dueños de la Patria. Ellos por el interés vanidoso de la gloria o por cualquier otro interés, contribuyen a afligir a nuestra patria. Son camaleones que se revuelcan en cualquier pocilga para manchar la honra de la Patria.
Hoy es un día de conmemoración. Los que manchen con suspicacias o desordenes el 27 de febrero, no son dominicanos.
Y desde el frontispicio del Parque Independencia grito con voz al cuello que la patria es de todos y es justo y necesario que no se niegue en ella asiento a ninguna virtud.
¡No se miente ni se persuade con mentiras cuando se lleva a la Patria en el corazón! ¡Para la Patria nos levantamos! Es un crimen levantarse sobre ella.
Hoy les digo a todos los camaleones que como reptiles se arrastran en la plaza de la bandera convertida en una cueva de polillas, que ya pasaron los tiempos de patriotismo vago, en que a todo se iba, aun a meras y embozadas esclavitudes, con el engaño fácil del nombre de la independencia. Los hijos de la Patria saben, conocen muy bien quienes son esos simuladores.
La patria es sagrada, y los que la aman, sin interés y cansancio, le deben toda la verdad. Estos renegados que sólo piensan en sí, no aman a la patria; aman el botín del Erario Nacional.
No hay dicha sin honra y sin Patria.
Cuando sin patria se vive, ni la luz del sol recibe.
¡Cuidado!
¡República Dominicana ayer!
¡República Dominicana hoy!
¡República Dominicana siempre!
©Daniel Efrain Raimundo
El Nido del Águila. Altar de la Patria. Parque Independencia, en estos momentos hay más turistas que patrioteros. No aparece ninguno.