Por Ramon Minyety Fotos Rodrigo Minyety
AZUA.- Por gestiones de la Gobernadora provincial Ángela Grey Pérez Díaz y el y el ingeniero Juan Carlos Nova, Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) incorporó una excavadora anfibia a los trabajos de prevención de inundaciones en el Distrito Municipal El Rosario, ante las lluvias que registra el país por el paso de una vaguada y una onda tropical.
El equipo fue dejado en funcionamiento por el Director Ejecutivo del INDRHI, ingeniero Olmedo Caba Romano, la gobernadora Ángela Grey Pérez Díaz y Juan Carlos Nova, director de Operaciones del INDRHI, en presencia de los miembros de la Junta de Vecinos y de pequeños productores.
Olmedo Caba informó que los equipos del INDRHI trabajan a toda capacidad en la limpieza de los canales para ponerlos en condiciones que las aguas puedan drenar rápidamente y no se acumulen cuando se presenten precipitaciones mayores.
Mientras que la gobernadora Ángela Pérez Díaz explicó que la llegada de la excavadora anfibia y de otros equipos, es una respuesta del Director del INDRHI Olmedo Caba a la activación del Comité de Prevención Mitigación y Respuesta (CPMR).
“Estamos con mucho jubilo esta excavadora anfibia, que por más de 16 años necesitábamos tenerla aquí. para enfrentar las inundaciones tan lamentables que se producen en este distrito municipal de El Rosario y en otros puntos críticos, esperamos en Dios reducir al mínimo los impactos que las aguas de los Rio Tabara e Irabón provocan cuando se desbordan”
Señaló que ante la Alerta Amarilla que se encuentra la provincia de Azua, todos los organismos de socorros están atentos ante cualquier eventualidad e hizo un llamado a la población a mantener las precauciones, evitando exponerse a las situaciones de peligro.
Mientras que Edan Beltré, de la Junta de Vecinos de El Rosario, agradeció al Presidente Luis Abinader, al director del INDRHI Olmedo Caba y a la Gobernadora Provincial Grey Pérez, por la rápida intervención en la limpieza y acondicionamiento de los canales “porque sentíamos el temor de enfrentarnos a los embates de las aguas enfurecidas, que arrastran las viviendas, la tierra y los cultivos.