Por Luis Chito Naut
Recientemente el presidente de la filiar del Colegio de Economistas de República Dominicana, con asiento en Azua, licenciado Julián Paula, publicó en su leída columna LOS RECLAMOS DE MI PROVINCIA, que para el gusto de sus lectores ha mantenido por varios años en su muro de las redes sociales de Facebook ; un interesante artículo que relata errores del pasado y recomendaciones para el desempeño con soluciones, que eviten la repetición de malas prácticas que por conveniencia o no conveniencia, ocurrieron durante algunas gerencias en el municipio cabecera de Azua.
Paula, en ese texto, trató el tema en términos científicos y económicos, que describen con claridad el laberinto histórico por el cual ha tenido que pasar LA SAL DE LAS TERRERAS Y POR VÍA DE CONSECUENCIA DE PUEBLO VIEJO DE AZUA. Concomitante, con la elevación a municipio de Pueblo Viejo, la sal de la Salina de La Vigía, debió haber sido manejada por su legítimo dueño el cabildo de Pueblo Viejo.
No hace ni tanto tiempo que la sal de las salinas, se. transportaba por un camino de alto riesgo que había que elevarse casi de forma vertical por los cerros de la costa de Las Terreras, con el destino final de depositarla en el almacén del ayuntamiento de Azua.
Quién de Pueblo Viejo y de Azua, no recuerda lo que consideró proeza, la conducción del camión cargado de sal que habitualmente lo hacía el «ciego,» mejor dicho Santiago De La Cruz, entre otros chóferes famosos especialmente de la comunidad Pueblo Viejo.
Un Alcalde de Azua, amigo nuestro, reformista, lo que juzgo que tuvo mucho pudor, le dio vergüenza pasar por las narices de la gente de la comunidad Las Terreras y Pueblo Viejo la sal que era de ellos. Entonces, luego no sé quién tuvo que inventarse el camino también de tramos muy peligrosos para transportar la sal por Monte Río, añadiendo a esto los daños ambientales que eso provocó a las playas Monte Río y playa El Barco.
El asunto finalmente por suerte ha resultado ser fácil para que la comunidad Pueblo Viejo se empondere de su mina que ella es legalmente parte de su patrimonio minero, toda vez que el ayuntamiento de Azua, no le interesa por lo visto seguir comercializando la sal que en definitiva es de Pueblo Viejo.
Al señor Alcalde de Pueblo Viejo, ingeniero Víctor Figuereo, le sugiero que ahora es mejor que nunca para encabezar un colectivo que construya con figuras destacadas en la lucha en favor del bienestar de su municipio donde es él la máxima autoridad. Pienso, que ahí deberían estar los jóvenes que se expresan en las redes, las iglesias, el grupo FEPROCA y Fray Rafael Antonio Cuello por mencionar algunos.
¡AHORA O NUNCA!!!