Jamás alcanzará categoría de ESTADISTA, el administrador del Estado, que es mejor gerente que político. El Presidente de la República, logra el poder asumiendo un compromiso personal con el ciudadano, a veces en la práctica, uno de los ministros designados por él no lo asume, ni le interesa. El compromiso de éste, generalmente lo tiene con un “técnico” que conoció a veces de manera circunstancial.
Gobernar un país pobre y de la cultura que me den lo mío, no se elimina de como lanzarse de un balcón. En Sociología,» el estilo Balaguer de las entregas de cajas», no se discute, denigra la dignidad del ser humano, pero no darlas y usar otro método «civilizado» baja los números de popularidad del Mandatario. Las ayudas sociales lamentablemente, son las que endurecen el voto en los barrios de mayor densidad poblacional, en el país de quien gobierna en el presente y pudiera aspirar en el futuro. Las ayudas sociales de Chávez lo mantuvieron durante muchos años de Poder en Venezuela, por encima de la negación expresada por el Imperio.
El Estadista no cambia por cambiar, si en realidad sale perdiendo.